"La vida es un grito a la lucha interior, a la superación personal, a vivir, a creer en sí mismo, a luchar sin rendirse jamás, el camino de la vida es diario y nada puede pararte, sempre avanti es el lema"

lunes, 16 de febrero de 2009

07-febrero-09 orozko-gorbea-barazar

madrugué mucho, ya que para las 6 de la mañana había que estar en el autobús. Salimos, y tras casi 2 horas, llegamos a orozko, provincia Bizkaia. me cambié, y empezamos a andar. El día estaba así así a ver si aguantaba.
Empezamos a bordear una sierra, y esperando a que se reagrupara el grupo, vi una manada de jabalies, hacía mucho tiempo q no veía ningún animal por el monte, qué maravilla!
subimos una loma, y pasamos por un agujero en la roca, para llegar hasta una cueva donde nos refugiamos a almorzar.
Con los frontales la visitamos un poquito, la verdad es que estaba muy guay, tal vez algún día pruebe la espeleología.

Después del almuerzo, volvimos por nuestros pasos para seguir por el camino marcado, camino que discurría por un bosque precioso, el sitio era muy parecido a la zona del Aizkorri. Poco a poco fuimos avanzando, empezando a vislumbrar a lo lejos, lo que era el objetivo del día, el Gorbea.
Se veía que había nevado recientemente, y la cima estaba tapada por las nubes.

Hacía bastante frío, así que en una parada, me puse los guantes, pero ya tenía las manos frías por lo que pasó un buen rato hasta que me cogieron temperatura las manos.

Llegamos a la subida normal por donde sube todo el mundo, y comenzamos a subir. paramos a mitad de camino a comer algo, y subimos para arriba. El frío era grande, el goretex puesto y atado hasta arriba, y además había ventisca, menuda sensación térmica con el viento!!!
Seguimos subiendo hasta llegar al collado, la cumbre tenía que estar a tiro de piedra, pero estaba tapada por nubes, y con vientos muy fuertes, así que el grupo en conjunto decidió bajar hacia abajo por si acaso.

Así que nada, para abajo poco a poco, mientras bajábamos, el viento disminuía, y la sensación térmica no era tan fría.

A mitad de camino del autobús, paramos un ratico, la cima no se veía, pero si que se veía la ventisca de nieve que había en el monte.

Seguimos bajando, había un barrizal enorme en un trozo de bosque por lo que hubo que agudizar los sentidos para no caerse.

Al final, se puso a llover cuatro gotas, pero ya llegando al autobús.
La excursión fue de unas 6 horas, o así, estuvo muy bien a pesar de no hacer cima, pero bueno, lo que cuenta es haber estado.

Nos cambiamos, y a la sociedad de la compi de club a merendar, y para casica.

Dani

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