"La vida es un grito a la lucha interior, a la superación personal, a vivir, a creer en sí mismo, a luchar sin rendirse jamás, el camino de la vida es diario y nada puede pararte, sempre avanti es el lema"

lunes, 16 de febrero de 2009

15-02-2009 Saioa, bajo el brillo del Sol

Salimos yo y mi amigo y mi amiga a andar, tarde, a las 10 de la mañana por lo que no hacía tanto frío.

Empezamos desde Belate, temperatura de unos 5 grados, perfecta para andar.

El camino empieza horizontal hasta llegar a las campas donde hay una ermita, de ahí sube por la calzada romana hasta un collado desde se ven unos menhires.

De ahí nos desviamos a la derecha a meternos a un bosque. El día era perfecto para andar, cielo azul, ni una nube, sol, era increible después del mes que habíamos tenido.
poco a poco comenzamos a ganar altura, siempre a la par del arroyo, escuchándo el susurrar de sus aguas, sin darnos cuenta de lo maravilloso del sitio.

Llegamos a la altura de la borda de pastores, donde está ya todo nieve, aunque hay bastantes trozos de hierba. Vamos subiendo poco a poco hasta llegar a la cima del Okolín, de 1352 metros, mirador magnífico del Saioa y del Zuriain. De allí se veía perfectamente la subida desde lanz, y se intuía la que habíamos hecho.
Hacemos las fotos de turno, y comienza la bajada hasta el collado desde donde subiremos hasta el Saioa.

Llegamos a la cima, en unas 2 horas sin parar y a muy buen ritmo, y allí paramos. En la cima había montañeros, esquiadores, todos con la misma sensación de alegría de la cima y del día y de lo que nos rodeaba, sobre todo tras tantos días de mal tiempo.
Allí pudimos observar lo maravilloso de lo que nos rodeaba, Zuriain, Auza, Aizkolegi, Mendaur, Aralar, Malloas, San Donato.............. y Pirineos, el blanco que los cubría era espectacular, así como el azul del cielo, la única pega era la bruma que había en el horizonte, pero era ya pedir demasiado... El bosque de los bosques que rodeaban al Saioa, estaba espectacular, ya que sin hojas, y todo nevado parecía que, con buenos prismáticos, se pudiera ver cualquier animal que anduviera por allí.

Los montes que nos rodeaban estaban nevados, y el sol brillaba sobre la nieve, era increible, tras la tempestad de los días anteriores, había llegado la calma, una calma que saborearíamos durante toda la caminata.

Tras hidratarnos bien, bajamos como las cabras hasta el collado desde donde ir al Zuriain, menuda bajada más divertida, la nieve estaba buena para bajar sin miedo a resbalarte, así que lo disfrutamos. Allí, en un claro de hierba, paramos a almorzar, y meterme entre pecho y espalda la media barra de bocata que llevaba.

Buen almuerzo y al Zuriain, desde donde estábamos, en unos 40 minutos llegamos fácilmente, no hay mucho desnivel y había alguna zona con placas de hielo, así que había que andar con precaución para no caerse. Cima, toma de fotos, y media vuelta al collado del Saioa.

De ahí, en vez de volver a subir al Saioa y luego bajar a dónde volvíamos, decidimos ir por media ladera, había huella de 3 o 4 personas, así que las seguimmos hasta enlazar con la ruta inicial, para subir de nuevo al Okolín, y luego bajar hacia la borda de pastores, y luego meternos al bosque para luego bajar a la carretera, por otro sitio, donde tras un cuarto de hora, llegamos al coche.

Total, 6 horas, buen tiempo, buena caminata, la compañía genial, las sensaciones andando eran buenas, y lo más importante, la naturaleza estaba esplendorosa....digna de admirar, el invierno nos había dado día de tregua para disfrutar del paseo

Dani

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