Menudo verano más montañero, tras estar en Panticosa y en Francia (Vignemale) llegó el siguiente finde 1 y 2 de agosto y nos fuimos, ante el riesgo de fuertes lluvias en pirineo y Navarra, a hacernos una sabadada.
El monte elegido fue el Moncayo por la menor probabilidad de lluvia que había hacia el sur de Navarra. Esta vez íbamos a ser tres amigos los que íbamos a ir al monte!!!
Lo de siempre, salimos a las 8 de Pamplona, carretera, más carretera, y en hora y pico nos plantamos en un parking, para empezar a subir. Se puede subir de más abajo, o de más arriba, ya que la carretera sigue hasta el santuario. Nosotros salimos desde unos 1300m, y el camino empieza metiéndose enseguida por un sendero precioso bajo los árboles.
Poco a poco, en suaves pendientes, llegamos al Santuario de Nuestra Señora del Moncayo, a unos 1600m de altura, donde paramos a tomar un poco de agua, hacía bastante calor, y tras un cuarto de hora de refrigerio, seguimos. Vamos entre bosque, y enseguida llegamos al llano donde se ve el circo Glaciar de San Miguel, el sitio es precioso, ya no hace tanto calor, y el camino se ve a la izquierda con bastantes montañeros andando por él.
La subida la hacemos a buen ritmo, hablando y diciendo tonterías para variar, mientras contemplábamos el paisaje, y en un ratico, llegamos a la parte de arriba del circo, donde ya sólo nos queda bajar por una suave loma, para subir por otra con poca pendiente, y plantarnos en la cima viendo la cruz y el vértice geodésico.
Allí, a pesar de estar el cielo azul, hace frío así que nos abrigamos y vamos a un resguardo de los numerosos que hay para meternos entre pecho y espalda la media barra de pan que llevábamos de almuerzo.
El paisaje que se ve, no es el pirineo, pero también tiene su encanto, llanuras, montañas, se intuye la Peña Isasa, pero de muy lejos no se ve mucho, ya que hay la típica bruma de verano, y me quedé con las ganas, ya que me hubiera gustado poder ver el pirineo y poder adivinar la Collarada, monte desde el que había visto el Moncayo tres años antes, una pena……….
Nos íbamos a bajar, y nos cruzamos con unos vecinos de mi pueblo, así que nos saludamos, nos hacen la foto de cima, y a su vez les hacemos su foto de cima. Desde luego, el mundo es un pañuelo, no todo en la vida es salir, y muchas veces te encuentras a gente conocida un fin de semana en la montaña, da gusto!!!!
Comenzamos a bajar y de la cima del circo hasta la base del circo, me desmarco de mis amigos, para hacer una bajada rápida, ya que el lugar invitaba a bajar medio corriendo, me lo pasé bomba, no se si es muy recomendable por el riesgo de caerte al resbalarte, pero me lo pasé genial. En la base del circo, esperé a mis amigos, y bajamos al santuario donde nos refrescamos con una jarra de cerveza con limón………..
Otra media horica hasta el coche, y para casa. Nos habíamos metido 1000m de desnivel de subida mas otro tanto de bajada, una excursión preciosa, tan diferente a la que me llevó al mismo lugar en invierno 2 años antes, con todo nevado, pero no por ello menos interesante……..
A la noche camadón, y el domingo paseo de dos horicas por el río en Asiain a estirar las piernas.
Tras estar tres semanas seguidas saliendo a monte, pues me pegué dos semanas de tranquilidad, una saliendo el sábado por la noche a fiestas de un pueblo al lado de Pamplona, y otra de finde de fiestas de mi pueblo, no todo en la vida es monte, ni tampoco salir, más vale que entre semana hice una excursión a la Trinidad de Irurtzun, otro día a trepar, para que mis piernas no se olviden de patear, no paro quieto, jeje.
Dani
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