Tas las dos semanas de relax, y la resaca de fiestas de mi pueblo, propuse a mi amigo una subida magnífica aunque un poco larga en horas, que era ir al Taillón desde San Nicolás de Bujaruelo, y el domingo meternos a unas vías Ferratas facilitas.
Llegó en tan esperado viernes 22 de agosto, llegamos mi amigo y yo tras casi 3 horas de coche a San Nicolás de Bujaruelo, allí plantamos la tienda en el camping, y nos fuimos a dormir, con la ilusión de lo que nos esperaba al día siguiente……
El despertador sonó prontico, a las 6:30 arriba, con los consiguientes 5 minutos de pereza para levantar…….desayunamos, preparamos la mochila, estiramos, y a las 7:30 comenzamos a andar cruzando el puente y siguiendo la senda marcada sin ningún tipo de pérdida.
Poco a poco vamos ganando altura, llegando a la cabaña de las eléctricas, allí había gente que había parado a descansar, pero nosotros seguimos a lo nuestro. En esas íbamos, cuando miramos para atrás y vemos llegar como una moto a un montañero, iba a un ritmo terrible, nos pasó como una exhalación, nos saludó, y siguió, sacándonos ventaja rápidamente, cada cual a su ritmo!!!!
Nosotros llegamos al puerto de bujaruelo, allí paramos un par de minutos a tomar un trago de agua, y seguimos, nuestro ritmo era bueno, no era rápido, pero no parábamos, el día invitaba a andar ya que no hacía calor. A partir de ahí, la ruta fue un continuo cruzarse con gente, tanto de subida como de bajada, y nos cruzamos con unos montañeros de Pamplona del club de montaña con el que voy a veces, y que llevaban varios días por la zona.
Poco a poco, llegamos a la parte del río que baja del glaciar, qué diferencia a cuando pasé por allí dos años antes, estaba hielo aquella vez, pero esta vez se pasó muy bien, lo cruzamos con cuidado para no dar con nuestros huesos en el agua y tiramos para arriba, sabiendo de la cercanía del refugio de Sarradets.
En Sarradets, hicimos la primera parada del día, plátano, manzana, buen trago de agua, mientras nos reíamos del descaro de una cabra que metía su cabeza en las mochilas de los montañer@s..
El refugio era un hervidero de montañer@s, y nosotros, tras un cuarto de hora, decidimos atacar, empezando a subir la parte baja del glaciar, uf, qué pelado está, y en poco rato llegamos a la parte alta, donde pasamos el glaciar y en unas trepadas fáciles llegamos a la fascinante Brecha de Roland.
Habíamos subido en una media hora del refugio a la Brecha, allí me volví a maravillar una vez más al ver el increíble tajo que es la Brecha, y seguimos poco a poco por la derecha para buscar la Falsa brecha. Paso a paso, viendo el pico descargador e intuyéndole principio de la Faja de las Flores por Cotatuero así como montañeros que habían acampado en los llanos que hay un poquito más abajo, llegamos a la falsa brecha y tiramos para arriba, cruzándonos con el montañero que nos pasó por la mañana, menuda máquina de tío!!!!
La cima se intuye en medio de un reguero de gente y gente que baja y sube, ya sólo queda la subida final, la cima se ve perfectamente, así que en un rato nos plantamos arriba.
Allí hacemos las fotos de rigor, Vignemale (en el que había estado unas semanas antes), Perdido, Cilindro, Casco, Torre……..el día era fantástico, casi hacía hasta fresco en la cima, pero el paisaje era espectacular, merecía la pena habernos metido 4,5 horas pateando para casi sin parar subir a este magnífico monte.
Tomamos un refrigerio, buen trago de agua, un rato de relax, y tras juntarnos con unos conocidos de Pamplona, nos bajamos para abajo. En las inmediaciones de la brecha, nos paramos a almorzar, con la mirada puesta en el paisaje que teníamos delante, eso es mejor que cualquier programa o película de televisión………………………………
Tras la merecida media hora de paradica, seguimos, parando en la brecha tomar fotos, comenzamos la bajada a Sarradets, haciéndola en media hora o así. En Sarradets, parada a coger agua, y tras la espiral de gente y más gente que baja del refugio, vamos descendiendo por al lado del río que baja del glaciar, hasta llegar a la parte baja de la cara norte del Taillón, viendo ya el parking abarrotado de coches del Col de Tentes.
En un poco rato llegamos al puerto de Bujaruelo, está lleno de gente, paramos a tomar un buen trago de agua, y para abajo.
La bajada es amena por el valle, entramos en la cabaña de las eléctricas, uf, está llena de desperdicios!!!! y seguimos para abajo parando un ratico a comer algo ya que alcanzamos una manada de vacas que bajan más despacio de nosotros por el sendero, y no hay modo de adelantarlas, había otro grupo de montañeros que iban detrás de ellas a no poder adelantarlas!! Jajajajjajajajja y encima las vacas levantaban polvo y argggggg no sabe nada bien!!!
En un cuarto de hora, vemos las vacas más abajo, habían ido a unos pastos de abajo…..
Así que seguimos bajando, hasta llegar al coche!!!
La impresión de llegar al puente de San Nicolás de Bujaruelo fue enorme, gente tomando el sol, bañándose en el río, el parking llenos de coches,,, Turismo!!!!!!!!! Pero como veníamos de ambiente montañero, nunca dejan de sorprenderme este tipo de cosas.
Nos habíamos metido 9 horas y cuarto de pateada, la bajada había costado más que la subida, pero es lo que tiene, paradas, almuerzo, fotos, ritmo lento para no bajar destrozado…….
Nosotros a lo nuestro, a la tienda, nos cambiamos, bañador, un acuarius, y al río a bañarnos. El agua estaba congelada, me metí 2 veces, la primera 1 minuto y la segunda un poco más, y ama mía, sentaba bien, pero casi no cojo temperatura tras el rato más largo… al menos se estaba divinamente.
Nos duchamos, cambiamos y al pueblo tras 8 km de polvoriento camino para llegar a Torla a tomar un pote.
Subimos al Camping, nos pusimos las botas de cenar, y a la tienda a dormir, había sido un día emocionante, una pateada enorme, un día maravilloso….
Al día siguiente, nos levantamos, estiramos para minimizar las agujetas, y nos bajamos a Broto para hacer la Vía Ferrata de Sorrosal.
La iniciamos prontico, para no pasar demasiado calor, así para pudiera calentar de rigor, ya estuviéramos abajo.
La vía es entretenida, trepadas, escaleras, el tunel, el puente, la medio faja, la última trepada, y el final, donde nos quitamos los trastos y bajamos pensando en el pote en uno de los bares del pueblo.
Tras bajar y tomar el pote de rigor mientras secábamos la tienda de campaña mojada del rocío de la noche, cogemos el coche, aire acondicionado, y hacia Biescas para hacer la vía del Espolón de la Vírgen.
La vía es facilita, la hicimos, y nos fuimos a Biescas a comer.
Comida y de vuelta prontico por la tarde para pasar el resto de la tarde en la piscina de mi amigo ya que hacía 35 grados a la sombra.
En resumen, un sábado enorme, un domingo más tranquilo pero no por ello menos emocionante, y un final relajado para un estupendo fin de semana
Dani
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